EL HAMSTER RUSO - De Vacaciones
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De vacaciones


   Si se trata de un viaje en coche, no hay mucho problema por llevar a tu hámster. Tan sólo debes tomar algunas precauciones importantes y tener en cuenta lo siguiente:

   Debes llevar la jaula en la que el hámster vive. Si tienes espacio libre para la jaula en uno de los asientos posteriores, debes colocarla allí, preferentemente dentro de una caja de cartón fuerte, cuyas paredes laterales sean algo más altas que la propia jaula. Estas paredes protegen del sol y hacen que no haya tanta claridad dentro de la jaula. No obstante, no se debe cerrar la tapa de la caja, pues si se hace, el hámstercillo podría no recibir el aire suficiente y, además, se acumularía el calor. Lo mejor es colocar unas pequeñas persianas parasol en las ventanillas laterales traseras, que retendrán tanto la luz como el calor.

   Los inconvenientes del asiento trasero estriban en que al tomar las curvas hay mucha presión lateral, de modo que la jaula o la casita-dormitorio en su interior pueden deslizarse de un lado a otro. Por ello, es aconsejable sujetar la jaula y fijar la casita-dormitorio en el interior de la misma con cinta adhesiva.

   Los asientos suelen tener también cierta pendiente hacia atrás, por lo que la cama y el pienso no tardarían en deslizarse. Para evitar esto, puedes poner un cojín debajo de la jaula ya atada, a fin de que su suelo quede nivelado. Ambas cosas contribuyen mucho a que el hámster se encuentre cómodo.

   Si tu coche es lo bastante grande y la jaula cabe en el suelo detrás de los asientos delanteros, éste será el mejor sitio, ya que es plano, el sol apenas lo toca y la presión lateral en las curvas es menor. Sin embargo, también para este lugar has de tomar todas las precauciones que te he dicho más arriba.

   Es poco recomendable mantener la jaula con el hámster en el regazo; a lo sumo se puede hacer en trayectos cortos. Sufriríamos más vaivenes y molestias (¡¡aysss, que mareo!!), ya que incluso para un pasajero muy quieto puede convertirse en un suplicio el tener que estar continuamente inmóvil.

   Si te tomas un descanso o intercalas en tu viaje la visita a alguna ciudad, deja al hámster en su sitio dentro del coche, pues está necesitado de tranquilidad (de veras, no nos lleves a dar una vueltecita). Únicamente, debes procurar que todo el coche esté aparcado a la sombra y que las ventanillas queden algo abiertas para que pueda entrar aire fresco y salir el calor. En las ciudades es mejor meterse en un aparcamiento cerrado, ya que ese será el lugar más fresco. Si aparcas en la calle, presta atención a la posición del sol; de otro modo podría ocurrir que al poco rato el coche ya no se encontrara a la sombra sino a pleno sol, lo que para nosotros los hamstercillos significaría la muerte por un choque térmico.

   El viaje en tren con un hámster suele ser menos problemático. Tanto la jaula como la casita-dormitorio están mucho más seguras en el compartimento y apenas pueden deslizarse de un lado a otro. La temperatura en el interior del compartimento también permanece más constante, si bien a veces hay corrientes de aire. Lo mejor, si se viaja en tren, es llevarnos en una caja de transporte de madera, de las que hay varios modelos en el comercio. Nos solemos acostumbrar a tiempo a entrar en la caja (que suele tener una abertura lateral que se puede cerrar), utilizándola como casita-dormitorio durante un tiempo antes de emprender el viaje. Si además la jaula que te llevas es plegable, no te estorbará ni tu mascota ni su equipo.

   Si quieres llevarnos en un viaje en avión, oficialmente es muy difícil y además es caro. Únicamente podríamos viajar en un compartimento especial para animales y en la jaula de transporte prescrita por la compañía aérea. De otro modo, tan sólo te quedaría la opción no oficial: llevarlo como equipaje de mano dentro de una bolsa.

   Si es un viaje al extranjero y te quieres llevar a tu hámster, se añaden otros problemas. En la mayoría de casos no está permitido entrar animales o tan sólo con un certificado veterinario oficial e, incluso, tal vez habiendo recibido las vacunas preventivas. Si de verdad deseas llevarte contigo a tu hamstercillo a tu lugar de vacaciones en el extranjero, infórmate a tiempo en el consulado pertinente. Ciertas vacunaciones se han de llevar a acabo algún tiempo antes de emprender el viaje y los papeles necesarios tampoco se consiguen de hoy para mañana.

   Dadas estas difíciles circunstancias, quizá sea mejor, tanto para ti, como para tu mascota, dejarlo al cuidado de alguna persona de confianza.
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